Durante la Edad Media la zanahoria fue un ingrediente muy usado en repostería. Al ser una de las verduras que más azúcar contiene, junto con la remolacha azucarera, era el sustituto ideal para cualquier endulzante, ya que éstos escaseaban o eran muy caros en la época.
Hoy en día conocemos muchísimas variantes de este pastel. Yo solía preparar una muy buena, ideal para niños y bebés. Otro día os contaré cómo hacerla. Hoy nos centraremos en la que para mí es la mejor.
La descubrí en mi último viaje a Suecia. Es una receta de Leila Lindholm, cocinera muy seguida en ese país. Para elaborarla os aconsejo que os hagais con las cucharas medidoras de las que os hablé en uno de mis posts. En Ikea las podeis encontrar por menos de 1€ y con un molde desmontable de unos 22 cm aproximadamente.
Ingredientes:
Para el bizcocho
- 2 huevos
- 2 dl de azúcar ( 1 dl=100ml. La cuchara grande es la medida de 1 dl )
- 1 tsk de azúcar avainillado (1 tsk=1 cucharadita de café. La segunda cuchara más pequeña )
- 3 dl de harina
- 3 tsk de levadura química (equivale a un sobre tipo Royal )
- 1 y 1/2 tsk de canela
- 1 tsk de cardamomo molido ( podeis encontrarlo en Especias Crespí o en Ikea )
- 1/2 tsk de jengibre molido ( en cualquier súper en la sección de especias )
- Una pizca de sal
- 1 y 1/2 dl de aceite de girasol
- 4 dl de zanahoria rallada
Para el frosting
- 60 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 4 dl de azúcar glass
- 1 tsk de azúcar avainillado
- Ralladura de 1 lima
- 100 g de queso philadelphia
Elaboración:
Primero haremos el bizcocho.
Untamos con mantequilla el molde. Lo espolvoreamos con harina ( o pan rallado ). Quitamos el exceso. Reservamos.
Preparamos 2 recipientes grandes para las mezclas. Ponemos a calentar el horno a 150 grados centígrados.
En uno de los recipientes batimos los huevos y los azúcares hasta que cojan volumen. Reservamos.
En el otro bol incorporamos los ingredientes secos. Tamizaremos la harina y la levadura. Añadiremos el cardamomo, el jengibre, la canela y la sal.
Integramos el contenido de ingredientes secos al otro recipiente con los huevos y los azúcares. Con la ayuda de unas varillas removemos bien.
Añadimos el aceite y las zanahorias ralladas. Removemos.
Vertemos la mezcla en el molde y al horno durante 55 minutos a 150 grados.
Transcurrido ese tiempo lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar.
Una vez frío preparamos el frosting. Simplemente batimos con las varillas los ingredientes necesarios y cubrimos el bizcocho con la mezcla. Habitualmente se cubre todo el bizcocho, aunque yo hoy me he entretenido a hacerle unas rositas. No es necesario. El frosting está de muerte!
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